Seguro que alguna vez habéis oído que “el azúcar es la energía que utiliza el cerebro y que, por lo tanto, tan malo no tiene que ser o que es necesario tomar”.
Normalmente esta afirmación la suelen hacer “expertos de nutrición” sin fundamento ninguno. Desgraciadamente, puedes encontrar profesionales titulados que también la utilizan, profesionales que poco o nada se han ido actualizando a lo largo de los años. Si oyes a algún profesional o auto denominado experto que utilice esta frase desconfía.
¿Qué tiene de cierta esta frase?
Pues que efectivamente, el cerebro utiliza la energía de un azúcar, la glucosa. El problema viene de que cuando nos referimos a “el azúcar” nos solemos referir al azúcar de mesa, es decir, la sacarosa y no a la glucosa. Por lo tanto, si se refiere al azúcar de mesa, no es cierta.
El cuerpo humano se encarga de obtener la energía necesaria para cada proceso y para cada órgano a partir de los nutrientes de los alimentos. Es una máquina perfecta que, de un alimento, va sacando los diferentes sustratos y los va repartiendo a quien lo necesite.
No es necesario darle glucosa, si no que él mismo la convierte, a través de cualquier alimento rico en hidratos de carbono, sea complejo o simple. Cuanto más grande es la molécula, más cuesta de digerir y de convertirlo en glucosa, por eso se le llaman hidratos de carbono complejos. Los alimentos ricos en estos hidratos son los cereales integrales y las legumbres, entre otros.
Los hidratos de carbono simples están compuestos por una o dos moléculas, se les conoce también como azúcares simples. Los alimentos ricos en azúcares simples son las frutas y las verduras. También son ricos en azúcares simples los ultraprocesados y la bollería industrial. Claro que no es lo mismo, comer una fruta que, además de tener azúcares simples, aporta fibra y vitaminas y minerales; que comer un ultraprocesado dulce rico de un montón de ingredientes de mala calidad.
Aunque la glucosa sea la energía del cerebro, tomar glucosa como tal no es bueno para el cuerpo humano. El aumento de glucosa en sangre provoca una serie de consecuencias negativas en el cuerpo como la acumulación de grasa, entre otras muchas.
Al cuerpo le compensa mucho más un alimento saludable, ya sea rico en hidratos de carbono complejos como simples. Porque aportan muchas más sustancias beneficiosas para el cuerpo humano. Pero, además el hecho de que contengan estas sustancias, como la fibra, hace que la absorción de glucosa en sangre sea mucho más progresiva, evitando estos picos que comentaba anteriormente.
Por lo tanto, la glucosa sí que aporta energía al cerebro, pero no es necesario que tomemos glucosa como tal. Y mucho menos si la fuente va a ser un alimento ultraprocesado.