Tras dos meses parados, a partir de febrero la flota provincial de traíñas se hizo a la mar en busca del peix blau. Semana fría pero con unas aguas tranquilas. Se faenó cómodo en todas las modalidades operativas. Las extracciones resultaron normales. Y las cotizaciones con altibajos.
La pesca de arrastre, los bous desembarcaron a diario langostino, gamba, calamar, pescadilla, salmonete, gallo, rape, peluda, galera, caracol, móllera, caballa, raya, pulpo blanco, canana y morrallas.
El cerco, el miércoles la llum nuestra, después de una navegación nocturna no caló. Y el jueves partió hacia aguas valencianas.
Los artes menores, las barquitas trasmalleras cuatro calaron las redes a la sepia. Dos al sargo, pagel y mabre. Tres lo hicieron al lenguado y rombo. Y una a la langosta y cabracho.
El palangrillo costero, una embarcación pilló con este arte de anzuelos dorada y pargo.
Y la recolecta de pulpo roquero con cadufo, dos barcas (1 de Benicarló) subastaron ejemplares de 1 a 3 kg.