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Juan Ripoll Ferreres se proclama campeón de España Rifle 308 en Alta Precisión a los 75 años de edad

El tirador vinarocense Juan Ripoll, del Club Tiro Olímpico Montsià de Amposta, ha obtenido a sus 75 años de edad -el 13 de noviembre cumplirá 76- la medalla de oro en el Campeonato de España Rifle 308 en Alta Precisión 200 metros, celebrado en la localidad de Nàquera (Valencia) los pasados días 23 y 24 de octubre. Ripoll realizó la mejor agrupación de disparos con su Kelby Calibre 308W, proclamándose casi una década después, de nuevo campeón estatal en tiro, en dos diferentes modalidades.

En el año 2012, con 66 años, resultó vencedor del campeonato de España de tiro olímpico F-Class OPEN en larga distancia -900 yardas, es decir, más de 800 metros- celebrado en el Club Agarto de la localidad de Parga (Lugo). Los 60 disparos que realizó con su Barnard de llamativo color rojo en la máxima competición nacional le valieron ese día un total de 283,17 puntos y la medalla de oro.
La diferencia entre F-Class y Alta Precisión, como explica Ripoll “está en que la primera es campeón quien realiza la mayor puntuación y en Alta Precisión es campeón quien realiza la mejor agrupación, es decir que dispara los tiros en menos espacio”.


Ripoll está teniendo este 2021 un año repleto de éxitos.
La afición de este maestro industrial delineante de profesión, por el tiro, viene de pequeño.
Con 13 años ya practicaba el ‘tiret’ en la feria, y durante el servicio militar quiso formar parte la patrulla del tiro, aunque en la oficina de cartografía faltaba un delineante y él fue el elegido para ocupar el cargo. Un cargo que aceptó a pesar de que no era lo que hubiera elegido. Tras realizar varios trabajos de delineante, entró a trabajar en una empresa cementera como proyectista hasta que junto a otros socios montó una empresa particular. En el Grau de Castellón había un lugar donde practicar tiro olímpico (Club San Huberto) y, junto a un compañero vinarocense, iban a tirar periódicamente en la galería de tiro que el club poseía.


Ripoll fundó en Vinaròs en el año 1975 la Federación Local de Tiro Olímpico Español, que llegó a tener unos 25 socios pero que se diluyó tres años más tarde cuando dejó el cargo. El mérito de Juan Ripoll al proclamarse doble campeón de España de tiro olímpico es aún mayor ya que hace unos años sufrió un ictus que le paralizó algunas partes de su cuerpo, pero logró mejorar la movilidad gracias a la rehabilitación. Pasó entonces una época difícil en la que aparcó por algún tiempo sus dos grandes aficiones: volar y tirar.
A medida que se iba recuperando de las consecuencias de su ictus, algunos amigos que conocían su afición al tiro le pedían que volviera a practicarlo. Al final decidió ir, sabiendo que volvería a engancharle la afición, como así fue. “El día que me decidí a ir al club, compré enseguida una carabina y ya estaba de nuevo dispuesto a tirar”, asegura. Su constancia le ha llevado, pues, hasta ser el mejor del país dos veces en esta modalidad de tiro. Juan explica que en este deporte de precisión hay que tener en cuenta muchos factores, entre ellos conocer el viento, es fundamental… la trayectoria de la bala hay que corregirla en altura y deriva de acuerdo con cálculos precisos para poder impactar en el blanco. Es también un deporte caro, ya que un equipo de las características del vinarocense sobrepasa los 10.000 euros y cada bala disparada tiene un coste elevado.
La otra gran afición de Juan Ripoll, además del tiro, es volar, algo que ha practicado durante casi 20 años, siendo socio fundador del Aeroclub Maestrat. Sus primeros vuelos, con aviones precarios, los realizó en Camarles (Tarragona) en unos terrenos cercanos a la legendaria discoteca Contacto ya desaparecida, muchos son los que le recuerdan volando en verano cerca de la costa con su ultraligero rojo.