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Entrevista a fondo con Mosén Emilio Vinaixa Porcar

He pensado en esta semana y preparando ya las fiestas de Navidad, donde lo que celebramos es muy sencillo, el recuerdo del nacimiento de Jesús de Nazaret, del Enmanuel, del Dios con nosotros. Lo otro, son otras cosas.
Nuestras parroquias, Residencia San Sebastián y el Monasterio-Convento de la Divina Providencia, vivirán con intensidad todos los actos programados en esta importante festividad para los cristianos, comenzaremos por la “misa del gallo” en la tarde-noche de este 24 de diciembre de 2021.
Ante lo expuesto, he solicitado a mossèn Emilio Vinaixa Porcar, párroco de la Parroquia Arciprestal de La Asunción, el realizarle esta “Entrevista a fondo”, por una parte, para conocerlo mejor, y por la otra, para que nos hable también de lo que representan estas fiestas para aquellos que las seguimos y las vivimos.
En la entrevista a mossèn Emilio, quedan reflejados muchos sacerdotes que todavía siguen con su vocación, y en los tiempos de hoy, si me lo permiten, “Contra viento y marea”. La realidad es que cada día quedan menos sacerdotes debido a las secularizaciones, no hay vocaciones, y la gente cada día va menos “a misa”.
Pienso y me apunto, de que los que vamos “a misa”, a estos sacerdotes los tenemos bastante olvidados. Están ahí, hacen su trabajo de hacer misas, y aquí nos quedamos.
Cuando acaba la misa, nos vamos para casa, y hasta otro domingo (en general).
Acabo la presentación con una frase que me gusta: “”El sacerdote está hecho del mismo barro que tú, y es un ser humano como tú”.

_ Mossèn Emilio, ¿Qué recuerdos tiene Vd. de su infancia?
. Nací en el pueblo de Portell de Morella que es el último pueblo que hay en la provincia de Castellón con límite a Teruel, en el seno de una familia de cuatro hermanos en que yo soy el tercero. Nací el 15 de enero de 1952. Recuerdo con mucha alegría la etapa de mi infancia con mis padres y con mis hermanos. Trabajábamos en el campo y teníamos una tienda en el pueblo. Fue una infancia normal y corriente dentro de un pueblo como Portell donde fui muy feliz. Hacía lo mismo que los niños del pueblo, jugábamos, íbamos a cazar pájaros y nos divertíamos todo lo que podíamos. Ya de pequeño me hicieron monaguillo y teníamos como cura al padre Roberto Rinderer, era austriaco y estaba allí debido a que en la guerra de España murieron tantos scerdotes, que algunos de ellos  vinieron de Europa  hacerse cargo de algunas parroquias .


¿Cuando le llegó la vocación sacerdotal?
. Pues, era monaguillo de pequeño y participaba en todo lo de la parroquia, también ayudó que los maestros  le dijeron a mis padres, que  valía para estudiar, se ve que iba muy bien en la escuela. También influyo la invitación de un seminarista mayor que estaba estudiando en el seminario. Creo que ahí  fue el germen de la vocación y el interesarme por las cosas de nuestro Señor y de la iglesia.


Dónde realizó sus primeros estudios para prepararse a ser sacerdote.
En el seminario de Tortosa. Me inicié en los estudios que eran cinco años de bachillerato, después seguí tres años de estudios de filosofía y luego cuatro años más estudiando teología. En total eran 12 años de estudio. Debido a que ya se comenzaba a ver la crisis de vocaciones, lo que hicieron en el seminario, es que varios seminaristas nos desplazáramos a Barcelona para estudiar en la facultad filosofía y letras. Estábamos en el seminario y tres días a la semana nos desplazábamos a estudiar a la facultad.

¿Antes de ser ordenado sacerdote, ha tenido alguna experiencia que le haya ayudado a ratificar su vocación?
Antes de ordenarme tuve una experiencia muy buena. Nos ofrecieron la posibilidad de ir a Alemania a trabajar en la época de verano a una fábrica de acero. Fuimos varios seminaristas a realizar esta experiencia. Yo comencé a los 18 años. El director de esta fábrica era una persona muy católica, y admitía el que seminaristas de todo el mundo fueran en la etapa estival a trabajar a su fábrica. Allí estuvimos alojados en una residencia y estuve trabajando en dos veranos, desde cuando acabábamos el curso en junio, hasta el mes de septiembre. Allí conocí a seminaristas de diversos países; de Italia, del Líbano, de la India, bastantes de Sudamérica, Ucranianos y españoles. De Tortosa éramos unos cinco. Esto fue para mí una experiencia muy buena de convivencia, allí había muchos emigrantes, y lo que me fue mejor, fue el convivir con seminaristas de diversas partes del mundo. Allí pude ver la perspectiva de la Iglesia y del mundo. Reconozco que esta experiencia me fue muy bien.


La cosa no acabó aquí ¿verdad mosén?
No acabó en esta empresa ya que al tercer año que queríamos desplazarnos ya no pudo ser. Por otra parte yo ya tenía billete para desplazarme a Zúrich también atrabajar en la época del verano. Al seminario y como era yo solo, no les pareció bien el que me desplazara y acabé ayudando y trabajando en el seminario. En estos tres años, lo que me fue bien también, fue el poder recoger dinero para ir pagándome los estudios.

¿Tuvo sus dudas antes de ser ordenado sacerdote?
Las tuve. Piensa que cuando fuimos a Barcelona a estudiar a la facultad con mis compañeros seminaristas, ellos se fueron dejando los estudios y al final, me quedé yo solo. Lo pensé, consulté con mi director espiritual y a mis 19 años y tras pensarlo, decidí  ser sacerdote.


¿Cuando fue ordenado sacerdote?
Fui ordenado sacerdote el 6 de noviembre del año 1977 tenía 25 años y fue en mi pueblo natal del Portell de Morella. Me consagro monseñor Ricard María Carles i Gordó. Recuerdo que fue un día de mucho frío y a pesar de esto subieron mucha gente a mi ordenación. Hace ya 44 años de la misma y tengo un grato recuerdo de la misma.

A partir de aquí, ¿Cuáles han sido sus destinos?
Nada más ordenarme me destinaron al pueblo más alejado de mi pueblo de la diócesis, La Palma d´Ebre, Bisbal de Falset y Margalef Allí estuve tres años como párroco de los tres pueblos. Como supondrás tengo muy buenos recuerdos de estos mis tres primeros pueblos como párroco. Luego el Sr. Obispo me destinó a Cinctorres, Castellfort y Portell de Morella, mi pueblo natal. Volví a trasladarme del punto más lejano de la diócesis, de La Palma d´Ebre a Portell de Morella. Estuve muy bien allí. Vivía en Cinctorres y cuando me desplazaba a Portell de Morella podía ver a mis padres y familia. Allí en estos tres pueblos estuve 15 años yo solo. En aquella época daba clase de religión en el instituto de Morella, también era el arcipreste de aquella zona, daba también clase de religión a los tres pueblos, te diré que no tenía tiempo para aburrirme.

Con todo este trabajo se que todavía cogió más responsabilidades.
Es cierto. Noté que estando en estos tres pueblos bastantes años, me hacía falta un poco de renovación, por lo tanto, me matriculé a Valencia a la Facultad de Teología “San Vicente Ferrer” no con intención de sacarme el título, sino de aprender y ponerme al dia en mi formación Fue una experiencia muy buena para mí, si bien un tanto pesada, piensa el lunes por la mañana viajaba a Valencia y regresaba el miércoles a mediodía  y  por la misma tarde a emprender todo el trabajo de las tres parroquias. Estuve muy bien en la facultad y sirvió para renovarme y seguir hacia adelante en mi vida sacerdotal.

¿Tiene buenos recuerdos de estos tres pueblos?
Los tengo y buenos. Si bien es cierto que tenía mucho trabajo, las gentes de los pueblos suelen ser gente buena. Me ayudaron mucho a restaurar iglesias y ermitas. En mi etapa se restauraron  3 iglesias y 14 ermitas, todas ellas en un estado muy malo y de abandono. Disfrute con los niños y jóvenes, organicé campamentos, teníamos reuniones, por cierto me llamaban “Mossèn pintures” por la restauración de las iglesias y ermitas.


¿De esta etapa vino ya a Vinaròs?
No pero tras 15 años de estar en estos tres últimos pueblos le pedí al Sr. Obispo monseñor Lluís Martínez Sistach, que sería conveniente un cambio  . Le pareció bien mí petición y me destinó a Jesús i María en el Delta del Ebre. Ya ves, se ve que yo soy de los extremos y del extremo de  Portell, me envían al extremo de la mar y en  el delta del  Ebro. Me fue bien y tuve una buena etapa en este pueblo. Allí estuve 6 años. Aquella gente era muy emprendedora y colaboradora, y en mi encontraron un sacerdote que ayudó y emprendió muchas cosas. Daba catequesis, clases, y la verdad es que daba gusto viendo como la gente te ayudaba y colaboraba. Es una de las experiencias más bonitas que he tenido, eso sí, trabajando mucho. 


Durante estos años han pasado varios obispos por nuestra Diócesis de Tortosa. Cuando entré en el seminario estaba el obispo monseñor Manuel Moll Salord, y los obispos que he tenido hasta la fecha han sido; Ricard María Carles Gordó, Lluis Martinez Sistach, Javier Salinas Viñals y el actual Enrique Benavent Vidal. ¿Cómo fue su llegada a nuestra ciudad de Vinaròs?
Recuerdo que en el año 2001 el Sr. Obispo monseñor Javier Salinas Viñals, me dijo que tenía que cambiar debido a la jubilación del párroco de la Arciprestal de La Asunción de Vinaròs, mossèn Enrique Porcar Forés. La verdad es que me hacía un poco frente ya que veía una población muy grande, pero yo siempre he hecho todo lo que mis obispos me han pedido eso sí, siempre les he dado mi opinión. Por lo tanto, desde octubre del año 2001 y hasta la fecha ya han pasado 20 años que estoy aquí en Vinaròs.


Durante esta etapa en nuestra ciudad ha sido Vd. ordenado “Canónigo de la Catedral de Tortosa”. ¿Es esto un mérito a la labor de sacerdote?
De alguna manera es como si fuera un reconocimiento a un sacerdote. Yo le dije al Sr. Obispo, entonces Javier Salinas Viñals, que no deseaba ser canónigo, ya que los canónigos de la catedral de Tortosa deben estar en Tortosa, cada día van a la catedral, realizan sus rezos…y yo al estar en Vinaròs creía que no era conveniente. El Sr. Obispo pensó de otra forma y optó por tener a unos cuantos sacerdotes no residentes a Tortosa, dentro del grupo de canónigos de la catedral.

Sabemos que Vd. tiene varias aficiones, por ejemplo cantar
A mí me gustan varias cosas como la historia, la música popular sobre todo la valenciana, también me gusta cantar toda clase de canciones como jotas, rancheras y en la iglesia ya lo veis, siempre canto cuando oficio una misa los días de cada día y los domingos. Me dicen que entono bien y a mí pues me gusta mucho cantar. Siento en el seminario no haber estudiado más música. En aquel tiempo me gustaba más jugar al fútbol.

Desde el pasado año con el inicio de la pandemia de la Covid-19 hasta la fecha, ¿Qué ha pasado en la parroquia?
Pues ante el confinamiento tuvimos que cerrar las puertas de la iglesia y así estuvimos los primeros meses. Gente mayor que venía a la iglesia dejó de venir por miedo. Se paró todo, las catequesis, las bodas, las comuniones, los entierros. Todo lo más que hacíamos al no poder realizar la misa funeral, era en alguna contada ocasión, realizar un responso en el cementerio.

A fecha de hoy, todas las actividades de reuniones de grupos de primera comunión, confirmación, curso de biblia, etc. ¿Se desarrollan normalmente?
En estas fechas ya vamos remontando poco a poco. Se han hecho comuniones, confirmaciones, y vamos a comenzar con las reuniones del próximo “Sínodo de los obispos”. ¿Que nos puede decir referente a este futuro sínodo?
En octubre 2023, el Sínodo de los Obispos se reunirá en su XVI Asamblea General Ordinaria, para tratar el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, a convocatoria del papa Francisco. El papa Francisco quiere que todos reflexionemos y que participe toda la iglesia en estos temas durante este periodo del año 2021-2022. Las conclusiones las presentarán los obispos en Roma en el sínodo y ante el papa. Aquí en nuestra parroquia hemos preparado de momento dos grupos; uno se realizará los lunes al finalizar la misa de las 19,30 horas, y el otro será el que realizará el “Grupo de Biblia” en su día y horario habitual, los miércoles a las 19,30 horas, al cual se podrán añadir las personas que lo deseen. Si hay más gente interesada, montaríamos más grupos.


Mossèn, ¿Qué es lo más bonito que le ha pasado en la vida?
Como comprenderás han pasado muchas cosas. El momento de mi ordenación sacerdotal fue para mí una cosa importante. Tengo un grato recuerdo de todos los pueblos en que he estado, lo he pasado muy bien y ha sido todo muy bonito guardándome muy buenos recuerdos. He encontrado gente con mucha fe, gente muy buena, esto me ha pasado en todos los pueblos incluido Vinaròs. Y tengo un recuerdo muy bonito de todos los actos que se celebraron en el centenario de la llegada de la reliquia de san Sebastián a nuestra ciudad. Fue para mí un recuerdo muy importante.

Y lo menos
Si acaso, críticas, incomprensiones y desprecios por parte de la gente. Cuando falleció un hermano mío con tan solo 52 años, el fallecimiento de mis padres. En general no tengo nada que resaltar. Me han pasado cosas como pasan a toda la gente.

¿De qué se siente más contento?
De haber sido fiel y haber mantenido mí fe. Me siento contento ya que dentro de mis debilidades en que a veces hubiera podido ser mejor, me he mantenido fiel a la Iglesia. He intentado tener un corazón amplio y abierto a todos, y he tenido las manos abiertas para ayudar al que ha necesitado algo. Si no lo he conseguido , al menos lo he intentado.
Por segunda vez se están restaurando las pinturas fingidas de las paredes de la Arciprestal. ¿Qué ha pasado? . Actualmente se están restaurando las pinturas fingidas por la parte de detrás. En la primera ocasión insistí varias veces al arquitecto de que se alargaran las gárgolas para que el agua de lluvia no cayera sobre la pared y que al finalizar pusieran una protección hidrofugante para prevenir las humedades en las paredes. Parece ser que no se hizo así y al poco tiempo ya comenzaron a salir las humedades de nuevo tapando las pinturas. Desearía dejar claro que la obra está subvencionada por la “Diputació de Castelló, el obispado de Tortosa y la parroquia. Parece ser que es posible que la “Diputació” tenga para esta reparación presupuesto para el próximo año, y si es así, se podría seguir por la parte lateral. Por cierto y como cosa curiosa, motivos que no habían salido en la primera restauración salen ahora, quedando más bella y decorativa.

Mossèn Emilio, estamos inmersos en los tiempos fuertes de la liturgia, concretamente en el tiempo del adviento. ¿Es este tiempo el más importante? . No. El más importante es la pascua que es cuando celebramos la resurrección de nuestro Señor. También la cuaresma. En la cuaresma y la pascua un tiempo lleva a otro. Realmente el tiempo de adviento y seguido la navidad también es importante. Este nos lleva al nacimiento de Jesús y el anterior, a la pasión, muerte y resurrección. ¿Es bello este tiempo del adviento?
El adviento que es el tiempo en que estamos es un tiempo muy bonito, lleno de esperanza, tiempo que nos lleva a la ilusión de la venida del Señor.

Se ve que los católicos cada vez asistimos menos a las celebraciones litúrgicas. ¿Este fenómeno pasará?
Pues no lo sé. El futuro es un señor que yo no lo conozco. Estamos en un mundo muy materializado, volcado al consumo, que no quiere compromisos. De momento es esta la situación y yo no sé lo que pasará.

Que me dice Vd. de la frase del gran teólogo Karl Rahner que dice “El cristiano del futuro será un místico o no existe en absoluto”.
Pues sí, es cierto. Hay unas frases en el evangelio que dicen: “Sin mí no podéis nada” y “Para Dios, nada es imposible”. Místico quiere decir aquel que vive en Dios, que es consciente que Dios es el protagonista. Por lo tanto, si nos fiamos solo de las cosas materiales no conseguiremos nada. Solo lo conseguiremos si vivimos en comunión con Dios y nuestra fuerza es el Señor. De esta forma podremos superar estas dificultades. Me parece muy correcta esta frase de Rahner.

Caminando por el tiempo del Adviento, llegaremos en la noche buena del día 24 a la celebración del nacimiento de Jesús en el tiempo de Navidad, celebraremos el día primero del año la “Solemnidad de Santa María, Madre de Dios”, seguiremos el día 6 de enero con la fiesta de la “Epifanía” y con el día 9 cerraremos este ciclo con la fiesta del “Bautismo del Señor”. Son fiestas muy alegres, familiares, vamos, de estar por casa. Vd. ante las mismas, ¿Qué nos dice?
Me parece muy buena pregunta. Pues os invito a vivir esta fiesta de la Navidad en familia, recordemos que Jesús nace, y mientras dejemos que el Señor nazca tendremos esperanza. El Señor nos dice cosas bien fáciles, que nos amemos todos, que cuidemos a los niños, que cuidemos a la gente más vulnerable, que hemos de crear fraternidad entre nosotros, que hemos de crear paz, y que hemos de crear un mundo de paz. Si esto lo creamos tendremos un mundo de esperanza, pero si esto lo dejamos perder, pues no. Este mundo lo tenemos que hacer nosotros mismos, cada uno debe de aportar su parte.
Yo, por mi parte invito a toda la gente a vivir esta Navidad de esta forma. Vayamos al tanto con la pandemia que todavía está en el mundo, y que el consumo no mate a la Navidad. La Navidad es celebrar el nacimiento de Jesús y celebrar la paz, el amor y la alegría que Él nos trae. Feliz Navidad a todos.

Mossèn Emilio, le agradezco que accediera a esta “Entrevista a Fondo”, le agradezco sus sinceras respuestas, de las cuales no ha escatimado ninguna, y le deseo todo lo mejor a mi párroco y a mi amigo.
Y a todos los lectores de nuestro querido “Diariet”, les deseo unas felices fiestas de Navidad.