El pasado jueves día 25 de agosto de 2022, recordábamos algunos en esta fecha el fallecimiento de Mossèn Vicent Garcia Julbe. Hay que decir, que en el año 2017 se celebró el 20 aniversario de su muerte, y en tal fecha fueron muchos los actos organizados. He deseado de una forma sencilla y humilde, recordar estos 25 años del fallecimiento de una persona querida por muchos de nosotros, grande entre los grandes y con una interesante vida dedicada al sacerdocio y a la música. Por este motivo y guiándome, entre otros, por los libros editados hacia su persona; “Vicent Garcia Julbe, estudi i catalogació de la seva obra” de Antoni F. Ripollés Mansilla, y “Mossèn Vicent Garcia Julbe, un llegat en l´oblit” de Francesc Rocamora i Riquelme, he entresacado algunos datos históricos, que a continuación les detallo:
El 15 de agosto de 1903 nace en Vinaròs en la sede de una familia numerosa muy conocida en nuestra ciudad. Es el sexto de un total de diez hermanos; Consuelo, Concha, Vicent, Carmen, Domingo, Estela, el mismo Vicent, Manolo, Rosario y Providencia.
En el año 1914 ingresa en el “Seminario Diocesano de Tortosa”.
El 11 de junio de 1927 es ordenado sacerdote en la Iglesia Seminario del “Seminario Diocesano de Tortosa” por el obispo Monseñor Felix Bilbao Ugarriza.
El 3 de julio del mismo año, “canta” su primera misa” en la Iglesia Arciprestal de “La Asunción” en Vinaròs.
En 1928 gana la oposición de un Beneficio de Maestro de Capilla en la Catedral de Lugo. Allí, junto con su labor docente en el Seminario Mayor funda y dirige la Schola Cantorum del Seminario.
En 1942 toma posesión de un beneficio en la Catedral de Lérida como “Maestro de Capilla”. En 1944, pasa a ocupar la plaza de director de la Capilla del Colegio del Corpus Christi del Patriarca, en Valencia.
En 1949, es nombrado por Bula Pontificia del papa Pío XII, Canónigo Prefecto de Música Sagrada de la Catedral de Tortosa. Allí, impartirá docencia en una de las Cátedras de Teología Dogmática e impartirá clases de Música, Piano y Canto Gregoriano en el Seminario.
En 1960, con motivo de la llegada de la Reliquia de San Sebastián a Vinaròs, estrena la Misa Jubilaris, a seis voces y órgano, interpretada por la Coral del Seminario de Tortosa. Es una época prolífica en composiciones. En 1961, compone el SALMO 49: Cantata (Audi Populi Meus), y al año siguiente el Te Deum, para 6 voces mixtas y órgano, y el motete Oremus pro Antistite nostro Emmanus.
El 30 de abril de 1970, la ciudad de Tortosa le concede la distinción “Dert Ilerca” al mérito Pro Arte. El 15 de diciembre de 1972, es nombrado Dignidad de Maestrescuela de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Tortosa. Los siguientes años los dedica a las transcripciones de la polifonía Jacobea del S XVII de la Catedral de Santiago de Compostela.
En 1973 se retira del Seminario Diocasano de Tortosa y se traslada a residir en su casa de Vinaròs.
El 10 de marzo y el 5 de mayo de 1984, recibe sendos homenajes en Vinaròs y Tortosa, en los que participa la Coral Vicente Ripollés de Castellón, y la que tomaría su nombre, la Coral García Julbe, de Vinaròs. El 10/03/1984 es nombrado “Hijo Adoptivo de Vinaròs”. En 1987, es homenajeado también en Villarreal, donde dirigió cada año desde 1944 la “Misa del Roser” de Luis Romeu en la fiesta principal de la Asociación de Hijas de María del Rosario. En 1988 el Ayuntamiento de Vinaròs, le dedica una calle.
El lunes 25 de agosto de 1997 fallece en Vinaròs. Los funerales se celebran el día 27 en la Iglesia Arciprestal de “La Asunción” de su localidad natal.
Muchos son los datos que podría aportar de mossèn Vicent, he pensado que con estos ya descubren unos y recordamos otros a este gran personaje. Pido perdón de antemano a los historiadores y gente muchísimo más preparada que yo, si me he dejado algún apunte o no es correcto algo de lo que escribo.
Por mi parte tuve una gran suerte en mi vida de poder conocerlo, saludarlo en varias ocasiones, visitarlo en su domicilio de Vinaròs, e incluso, realizarle varias entrevistas, siempre con la ayuda de sus sobrinas, las cuales me avisaban “cuando era el momento oportuno”. No fue extraño que en el año 1990 publiqué en el “Diariet” una serie de entrevistas bajo el título de “Mis personajes favoritos”, que mossèn Vicent fuera uno de ellos. Por cierto, me costó 8 meses llegar al “momento oportuno” para realizarle la entrevista. La recuerdo perfectamente y como escondimos el “casette” para que no se diera cuenta que lo gravábamos. Lo tenía prohibido.
Aparte de las entrevistas que tuve la suerte de realizarle, o si prefieren; G.A.D., en todas las ocasiones que lo alababa como musicólogo, él siempre me decía lo siguiente: “Capellá i musicoleg”. En la última etapa de su vida, me impresionó y así se lo comenté, sus clases de teología, las cuales daba creo recordar semanales, y en el “Colegio de La Consolación”, muy cerca de su casa. Esto te lleva a recordar en su historial, que ya en el año 1949 impartirá docencia en una de las Cátedras de Teología Dogmática del “Seminario Diocesano de Tortosa”.
Curiosas coincidencias:
Mossèn Vicent nació un 15 de agosto, festividad de “La Asunción”, al igual que mi padre Salvador Quinzá Montserrat. Tanto las familias del mossèn García-Julbe, como la mía Quinzá-Macip, eran familias que se conocían y se querían. Algún familiar estuvo invitado a nuestra boda. En el año 1973 mossèn Vicent se retira del “Seminario Diocesano de Tortosa”, y se traslada a vivir a su ciudad natal de Vinaròs. En el mismo año, nos trasladamos mi madre Ángeles Macip Romeu y yo desde el Prat de Llobregat, a residir de nuevo a nuestra ciudad de Vinaròs.
Durante unos años fuimos vecinos. Vivimos en la C/. Arcipreste Bono, uno casi delante del otro.
El nicho de mossèn Vicent y el de mi padre, están a escasos 5 metros en el Cementerio Municipal de Vinaròs.
A tener en cuenta:
Voy al comentario de la foto con el féretro de mossèn Vicent en el día de su entierro el 27/08/1997 y que dice así: “El féretro, cubierto con la casulla y el libro del Oficio Divino, al pié del altar, mirando a los fieles y entre sus familiares”.
He tenido la suerte en mi vida, que a través de mis padres, y a través del mismo Mossèn Vicent, iniciar una sana y grata amistad con su familia, la cual prosigue y seguirá hasta que Dios así lo desee.
Finalizo dedicando estas como he dicho anteriormente, sencillas y humildes palabras, a toda su familia, querida y estimada por mí.
Mossèn Vicent García Julbe, D.E.P. Por cierto, no deje de componer esta clase de música suya que es de la buena. Estarán contentos en el cielo, y estaríamos contentos aquí en la tierra si nos dedicáramos a escucharla.